Saturday, November 04, 2006

Amores de otros



AMORES DE OTROS

Mar de amor
mal de amor
mal de mares
mar de males
amor de mal
amor de mar
amor falaz, amor fugaz.

¿Por qué me es tan letal este dolor de no ser?Una horrible punzada me atravesó la vieja coraza al contemplar a Anie pasear de la mano de un muchacho de su misma edad. Abstraídos en su mundo, caminaban y reían a la orilla del tiempo; llevaban en los ojos el encanto que deja la garúa en el recuerdo.

…mar de amor

Algo semejante ocurrió cuando una tarde (tirando para noche) reconocí a Zulema a bordo de un bus interprovincial, acurrucada en los brazos de un nuevo amor; casi en el acto mi pecho se llenó de una mezcla de envidia y desazón que me hizo percibir hasta la pausa de sus besos… Regresé a casa con el alma devastada y la soledad renovada.

mal de amor

Pero quizá me viene de antaño este dolor de amor. Talvez fue el verano aquel en que por primera vez sentí el perfume de Inés (mi “gran y único amor”) dentro de mi habitación: un collet color naranja yacía en la cama de mi hermano, cama que de vez en cuando servía de cobijo a Adrián, mi mejor amigo. Sentir la inconfundible fragancia aleteando en mi cuarto bastó para nublarme la mente. Busqué un destello, un gesto, una palabra, algún asidero para no caer en el vacío; tan sólo me topé con mi respiración suspendida y la cabeza gacha de mi amigo. Hallé mi voz sujeta por una prenda de cabello, maniatada por su esencia. Todo lo comprendí en la eternidad de un instante: ellos estaban de amores.

mal de mares

Sin duda fue el golpe más duro que me tocó soportar. En silencio nos miramos, las explicaciones sobraban y a penas alcancé disimular el húmedo brillo que se me escurría en la mirada.Entre culpable y presuroso, mi amigo terminó de reunir sus cosas y se marchó sin despedirse. Nuestra “inquebrantable” amistad había terminado.

mar de males

Raro sentimiento el de aquella vez, pues nada tenía que ver ya con Inés, es más, por entonces yo andaba de amores con Mimí y a veces también con su hermana. De pronto -estoy especulando- lo que originó este perdurable tormento fue el haber sorprendido a Inés despedirse de su esposo con un beso; huidizo y fingido, pero lo bastante certero como para derribar mis ilusiones.O quizá fue la irónica sonrisa que Adrián me lanzó desde el espejo de un baño cuando se percató de mis ojos fijos sobre el rosario que él contento se acomodaba en el cuello; un rosario cuyas cuentas acaricié tantas veces y que empapado de sudor y ajado por mis besos había perdido su color: el rosario de Inés.

amor de mal

Caso aparte merece el drama que Ricardo (mi vecino) y Mimí montaron en torno a lo suyo. Amparados en sus magnas soledades y sendos vacíos existenciales, iniciaron un complicado romance que los llevó hasta los tribunales de justicia a transar una pensión para su hijo.

amor de mar

María Esther, la prima de mi recordado vecino, supo consolar mi tristeza y aplacar aquella sed de venganza que me roía el corazón cada vez que me tropezaba con el recuerdo de Inés. Desolado y bebido me refugiaba en los brazos de una mujer que apenas conocía. Con besos de fuego ella apagó mi llanto, zurció mis heridas y me enseñó luego a querer con desidia; quizá por ello me supo a sosiego la última vez que nos cruzamos, ella blandiendo su desquite del brazo de un chico, yo jodido (pero radiante) esgrimiendo un suspiro de alivio. Fue bastante curioso: a pesar de que fue ella quien juró y re-juró amarme para toda la vida, su desamor en absoluto me afectaba. Eternidades y falsas promesas que no escapan al tiempo y su jauría.

amor falaz, amor fugaz…

Ahora que extraño aquel dolor de no ser, suelo recurrir al viento y a su desgarro (para seguir especulando, claro): rudimentaria y confusamente elaboro un laberinto más o menos escrito. Cierro los ojos y veo en mi destierro parques de febrero, flores de abril, colinas de mayo, estrellas de junio. Contemplo una pareja y me hiere su des-hielo, el eco de sus risas me condena, sus juegos infantiles me laceran… me vencen sus ventanas de rocío.

Mar de amor / mal de amor / mal de mares / mar de males / amor de mal /amor de mar / amor falaz, amor fugaz…

Dicen que amores que matan, nunca mueren… En fin, son amores de otros.
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Marx Espinoza
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Pintura: "Haymaker"de Heinrich Berran

Wednesday, August 09, 2006

De Amor y Mandolina



Herido estoy por la Sed de tus labios

Mi alma trota en oceánico desvarío.
El eco vaporoso de tu canto
-sublime y lejano extravío-
como a un faro desnudo,
me tiene a ti adherido
¡ad-herido!

Mueves los labios, mujer,
y como un golpe de luz escucho tu voz
derramando luciérnagas en mi ser
incineras el vacío.
Extiendes la flor indivisible
de tu mano,
en un instante se apaga todo el frío:
es el calor de tus dedos mi delirio.

Al fin en tu sombra,
se ha mojado la luna
y como la luna
beso la huella desnuda de tus labios.


Fruta Joven: Tu Boca

Tus ríos son juncos en la blanda arena,
mis labios están
abiertos ante la curva de esperanza
que son los tuyos.

Tu boca, como la lluvia,
tiene un vago secreto de ternura,
algo de sueño y de vigilia,
una música humilde
que hace suspirar el alma dormida.
Es un besar azul que recibe la Tierra
un atardecer constante que no muere
es la aurora en el fruto de tus besos.
Fruta joven:
cuando sobre los campos de mis labios
poses lentamente los tuyos
no tendré para ti sino besos
y en el corazón un lucero encendido.


Si Mis Manos Pudieran Deshojar…

Yo pronuncio tu nombre
cuando los astros vienen a beber en la luna
Pronuncio tu nombre en esta noche oscura,
y me suena lejano y doliente como la lluvia.
¡¡Si mis dedos pudierandeshojar a la luna!!
Tu sonrisa es una casta estrella,
pozo de ámbar que alimenta el ritmo
de las abejas del edén.
Así la miel de mi ser es la poesía
sol de la mañana es el trigo
que en tu vientre dormita
como en mí la melancolía,
en el secreto del beso y de la luna.


Media luna de los vientos,
Eres tú


Dulce como los ojos de los niños.
Dulce como las sombras de la noche.
Dulces como el canto de un lirio
tus brazos son dos ríos
entre los que al mar va mi alma.
Entonces
agua clara - luna nueva,
quiero besar sin sombras
la plenitud de marfil
que habita en tus dientes
la fresa oculta en tu palabra,
besar tu sonrisa de estrella afilada
-leche que hiere mi pecho-
de cielo nácar y de mar oscuro.
Quiero besarte,
sorber el oro derretido de tu amor.
Quiero
besarte y tocar el cielo.


Ocarina de luz

Oh lluvia
me llevas en tus gotas
de claras y humildes manantiales
!Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
si tú hablas
una rosa se deshoja entre tus labios.
La melodía de tus manos
en mi recuerdo queda anclada,
su calidez, su relevo…
cojo el reguero de luz
que deja tu sonrisa
Me ahogo en tus labios escarlata
en tus dedos de cristal,
en tu respiro me deshago
absorbo el firmamento sucesivo
de tu boca-mi deshielo.

Marx Espinoza

Friday, June 02, 2006

Calor y reposo



Las miradas que se buscan
los pasos que apremian
el tiempo que no perdona.

En el calor y reposo de la noche
recogí sus brazos incrédulos
llenos de hermosura;
en el calor y reposo de su vientre
bebo lo lleno de la luna;
un suspiro alza vuelo
y toda la tierra huele a mujer.

En el calor y reposo de su tierra mojada,
el cansancio sereno de su mirada
en el temblor desolado de mi tacto.

En el calor y reposo de su pecho
uno a uno
ovillo mis latidos con los suyos…
para revivir
muero de amor entonces.

Marx

Tu cuerpo

Luna, tibieza y ternura
de cuerpo de mujer;
raudas nubes,
mis manos te persiguen.

En tu boca,
sigiloso y solemne
recorro su contorno se uva
“su aleteo de oruga”
Sobre corazones repartidos
caen los besos
cual semillas de cielo.

Arena, ceniza
piel y vértigo de fuego,
el día se abre como adormidera caída;
entre charcos de sol
salta la luz
e incauta nos delata.
Abandonado a tu marea,
busco la eternidad
en cada yema del naranjo;
busco la luz, busco tu cuerpo.

Marx

Saturday, February 18, 2006

Como la Arena



Como la arena...

La veo un atardecer de enero
al pie de una fe que no consigo
-a este delirio me alienta
el viento y su veneno-

Me atrapó su aire púber
y de tranquilo misterio;
su sonrisa parecía acercarme
pero fue una estrella su mirar.

Invisible, incesante
¡ella! (canto y pulso)
reclama mi destino.

Desde la penumbra,
raudal de nubes australes,
mi corazón le habla:
"BESARÉ TUS OJOS Y TU BOCA"
¡Que así sea!, responde...
Con su aliento navegué hacia el ocaso.

Clara y esbelta,
como quien dicta un aplegaria
pronunció su nombre junto con el mío.

Era noche de luna
en nuestro abrazo infinito
y como la arena
el tiempo se iba.

Marx Espinoza

Abril




Adivino el arroyo de tu pulso,
alondra en reposo;
amapola pensativa,
sorbo el suco suave de tu boca.

Entre ciego y olvidado
tanteo el paso de los años
y no hallo rastro de tiempo
que no tenga mi voz y tu perfume.

Hoja viento y cielo
prisionero soy del riego de tus ojos;
por las ramas del retoño
voy buscando el día entre tus manos.

Quiero darte un manantial
donde apoyes tus ojos para ver los míos.
Te regalo
el sol que por tu sombra desvaría,
el mar que por tu nombre suspira.

Te entrego, enamorado,
mi pañuelo de ti bordado
de río y de ternura.

Marx Espinoza

He vuelto a ti



He vuelto a ti
como la lluvia al edén prohibido
con la sensatez de una flecha
lanzada por la mano
de un ciego,
por un camino que yacía dormido
oscilando entre el recuerdo y el olvido.

He vuelto a ti como casi siempre
que pierdo la cabeza (ebrio de amor y viento)
para que la humedad y los besos
terminen por encender el nuevo día
y ya nada pueda ser nada
y todo de por sí constituya un tesoro pequeño
y ya todo sea una lágrima surcando
el silencio de la noche.

He vuelto a ti
con las alas latiendo
para detener la ausencia y dejarla morir.

Marx Espinoza

Mujer




Mujer

Libertad venida de ti
amor nacido de ti
eternidad creada por ti.

Liberas
amor
lo eterno en mí.

Entre la sangre y el beso
la soledad discurre;
presa del silencio
la tarde se vence.

Vacío inquebrantable,
corona de espuma
en la lóbrega noche
se desprenden los murmullos.

La espera
prolongada, postergada, relegada
efímera quiza,
encanece a la orilla del tiempo
distante
dolorosa
remota
infinita y lejana.

Marx Espinoza
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